domingo, 13 de febrero de 2011

Los Judíos del Yemen: ¿son árabes convertidos?

Dentro de la campaña con orientación política de negar toda conexión de los judíos actuales con la tierra de Israel hay una opinión que implica que los judíos yemenitas provienen de la población local que se convirtió al judaísmo y, por tanto, no tiene el derecho a reclamarse como descendiente de los antiguos  habitantes de la tierra de Israel.

Me he permitido extraer al respecto la opinión del reputado historiador profesor S.D Goitein que dedicó su vida a investigar este tema y califica como un real experto en los campos de estudio islámicos, judíos, bíblicos  y judeo-árabes, y  quien publicó el libro” From de Land of Sheba”  (Shoken Books. N.Y.1947).

Es muy probable que los judíos hayan comenzado a visitar el Yemen  desde los inicios del Reino de Israel y que algunos se hayan establecido formando una colonia de comerciantes, pero no se ha encontrado  un registro escrito de que se establecieran permanentemente en el Yemen. Los escritos bíblicos dan fe de que los Reyes de Judea fueron prestos a seguir el ejemplo del Rey Salomón para salvaguardar el suministro continuo de inciensos  del sur de Arabia  que eran usados en los templos y en los hogares de posición social.

En el año de 1969 se encontró en una región donde los judíos habitaron desde tiempo inmemorial hasta que abandonaron el país, una inscripción bilingüe – en hebreo y en el idioma local - que data  del siglo IV de la era común (200 años antes que Mahoma fundara la nueva religión Islámica) y la cual  nos relata acerca de una persona de nombre Judá quien edificó una estructura  que seria usada como domicilio y santuario. La inscripción reza así: “con la ayuda y caridad de su  Señor, creador de su alma, el señor del cielo y la tierra, Quien creo todo, y con el apoyo se su pueblo Israel (o sea, los judíos); y por la autoridad del Rey de Sheba (se da el nombre y el titulo); y por la autoridad del señor tribal”  Otras inscripciones monoteístas en Sur-Arabia  llaman a Dios el “todo misericordioso” nombre comúnmente encontrado en el Talmud que fue adoptado posteriormente por el Islam, el cual algunos describen expresamente como “el Dios de los Judíos”.

En fuentes musulmanas se encuentran leyendas acerca de reyes de sud-Arabia  que abrazaron el judaísmo y en especial del ultimo, Joseph As’ar a quien describían como “quien tenia rulos a los lados” (quizás se podrían referir a las trenzas que se  se hacen los judíos con el pelo que cae sobre las sienes)  Sobre esta “base”  (?) se habla de un Reino Judío en el Yemen pre-Islámico, lo cual ha conducido a la suposición de que los judíos yemenitas descienden de nativos convertidos al Judaísmo.

Sobre el tema del supuesto Judaísmo de los reyes del Yemen,  se encontraron en los años 1950 inscripciones  de la época del citado rey As’ar  en las cuales se advierte una religión monoteísta, incluso hablan acerca de una guerra santa para obligar al mundo a reconocer el dominio del “Todo Misericordioso”,  lo cual predico posteriormente también el Islam. Pero,  esta religión estaba ligada a un templo local, denominado a partir de una deidad pagana., de igual manera como Mahoma creía sinceramente que proclamaba la religión del Pueblo del Libro pero seguía adherido al santuario de La Meca, su ciudad nativa. Aquí esta un punto muy importante que resalta el Profesor Goitein: “El Yemen no fue un Reino Judío sino mas bien temporalmente (y solo en parte) gobernado por una religión árabe judaizante que, a diferencia del Islam, no duró porque el país fue conquistado por los Abisinios Cristianos respaldado por la poderosa maquinaria de guerra Bizantina. Pero, tengo pocas dudas de que si Joseph As’ar hubiera tenido éxito, a los judíos no les hubiera ido mejor que bajo el Islam."

Como es el caso de  todos los judíos en el mundo, el “stock” original provino de la región palestinense. “La existencia de una cadena continua de colonias Judías que parte de la Palestina hacia el sur pasando por Arabia esta documentada por inscripciones y fuentes literarias. Incluso,  la manera de vivir de los judíos del Yemen como indica en su libro el viajero Joseph Safir (quien viajo por la región entre 1857 a 1863) muestran una grande  similitud a la de los sabios del Talmud en Palestina”. El advenimiento del Islam cortó la conexión entre Palestina y el Yemen. No se les permitió a los no-musulmanes viajar a través  de Arabia (cuna del Islam) hacia el norte. Los judíos del Yemen debieron tornar la mirada a los judíos del Iraq como sus guías espirituales. Pero las guerras internas, mala administración y otros hechos desafortunados, empujo a mucha de su población, tanto musulmana como judía, a emigrar. Como dicen los expertos en la materia, la pronunciación del hebreo de los judíos yemenitas es la misma que la de los judíos de Babilonia (Irak) y, aquellos, más que ninguna otra tribu judía, han preservado las tradiciones de las escuelas Babilónicas.

Así  que, ciertamente, el núcleo judío- palestino original en el Yemen fue complementado con un generoso suministro de inmigrantes del Irak. Es de apuntar asimismo que la casa real de los Imanes, cabezas de la secta Zaidi que rigieron al Yemen durante mil años, también inmigraron desde Iraq en el siglo X. Es muy probable que hubiese habido judíos a su servicio pues los libros de leyes escritos en Iraq de los Zaidi contienen mucho material acerca del tratamiento a los “dimis” (o pueblos protegidos bajo el régimen islámico: judíos y cristianos)

Es probable que haya habido personas en la Arabia pre-islámica quienes se hubieran convertido al judaísmo verdadero (no a la religión judaizante descrita antes)  En este caso, estas personas debieron haber sido absorbidas completamente por la genuina comunidad judía pues la población del Yemen paso a ser musulmana en los tiempos de Mahoma y en los 1360 años que median entre ese evento y la emigración masiva de los judíos del Yemen a Israel, la apostasía (conversión a otra fe distinta) era penada por los musulmanes con la muerte, lo cual la hacía  prácticamente imposible.
Un punto importante es que siempre hubo comunicación entre las distintas comunidades judías en la cuenca del mediterráneo, cercano y lejano oriente y península arábiga antes y después de la destrucción de Israel como estado independiente. Esto esta documentado por investigaciones en la Geniza de El Cairo  en la cual incluso se encontró documentos en Yidis del siglo X de la era común, lo cual implica que también con Europa central había relación. La Geniza es un cementerio de libros e inscripciones donde este escrito el nombre de Dios y, por tanto, no se puede destruir sino sepultar. Evidentemente, para que esto fuera posible hubo debido existir entre esas comunidades un lenguaje común, religión, costumbres y leyes acatadas por todos y la voluntad de conservarse como pueblo. Lo único que faltaba era soberanía reconocida por el mundo sobre un territorio,  que se obtuvo en 1948. Pero, ¿podría haber sido en otra parte, en Africa, Sudamérica, Alaska, alguna región de Rusia? La respuesta es no, pues todas las festividades de la religión y tradiciones e historia Judía se refieren a la Tierra de Israel, caso contrario, serian vacuas. El judaísmo es una religión-grupal y nacional y no universal como el cristianismo o el mahometismo que no conllevan requerimiento ninguno de apego a una tierra en particular sino busca trascendencia metafísica en un mas allá.

Desde el punto de vista de la genética, se han realizado estudios comparativos  entre los distintos grupos judíos: yemenitas, sefardíes, orientales, asquenazíes que demuestran la existencia de rasgos muy cercanos entre ellos, incluso mayores que los que hay entre cada población judía y la no-judía de su entorno. Incluso, muestran cercanía genética  a pobladores no-judíos como los  árabes-palestinos y kurdos.