martes, 28 de junio de 2011

Israel: ¿un estado para los judíos o para todos sus ciudadanos?

Una de los argumentos común tanto a la izquierda internacional como al movimiento islámico es que los judíos actuales son una creación reciente de algunos historiadores europeos y que no tienen conexión alguna con  la “Tierra Santa” o “Palestina”, por tanto no tienen derecho alguno a constituir una nacionalidad aparte y soberana, al menos, en esa región del medio oriente (o en ninguna otra, pues los judíos son sólo una comunidad religiosa como cualquier otra sin una  historia o un “background” común). Los reales herederos de esos lugares serian aquellos descendientes que permanecieron luego de la destrucción de Templo de Jerusalén por los romanos independientemente de que no profesen el judaísmo como religión. La base de la argumentación es que los romanos no expulsaron a toda la población sino a una porción de ella. En otras palabras solo quienes demuestren un linaje familiar circunscrito a esa región tendrían derecho a declararse reales indígenas, todos aquellos que vinieron de otras regiones son usurpadores. Los “auto declarados judíos”  sean sefardíes, orientales, yemenitas, asquenazíes, etc., son producto de conversiones en masa de pueblos distintos, algunos no semitas como los Jazaros- tribu  turca- , de quienes se habría originado  la rama asquenazí. Los sefardíes son solo bereberes, los yemenitas provienen de tribus del sur de Arabia, los orientales o mizrahis se originan de etnias que habitaban las regiones el oriente medio. Por tanto, Israel como estado judío no tiene base histórica ni moral para existir y sus ciudadanos judíos inmigrantes de Europa, Cercano Oriente, África del norte, Etiopía, Arabia y demás lugares del globo terráqueo deberían o regresarse o tratar de ser admitidos como habitantes en Palestina por los reales dueños del lugar.
Un profesor de nombre Salomón Sand, nacido en Austria y criado en Israel,  quien enseña en la  Universidad de Tel-Aviv, es el proponente de una variante de la tesis mencionada que niega que exista alguna conexión histórica entre el pueblo judío y la tierra de Israel. En su concepto el pueblo judío es una entidad “inventada” o una suerte de “memoria implantada” sin conexión real con la tierra de Israel. El propósito que subyace a esta negación, y el reducir a los judíos a solo una “comunidad religiosa”, es la de  hacer cambiar la imagen que los judíos israelíes tienen de si mismos y abrir el camino a la sustitución de identidad religiosa por  el de una identidad civil separada de los judíos “diasporicos” (esto es, que no habitan en Israel) y quienes conforman un grupo religioso local en sus países. La meta final es que Israel pase de un estado de los judíos a un” estado de todos sus ciudadanos” en el cual se deroga la ley del derecho al retorno que tiene cada judío del mundo a instalarse en Israel (gracias a lo cual, por cierto, el Sr.  Sand y millones mas pudieron salvarse de la persecución antisemita en muchos lugares)  Al final, los ciudadanos árabes (o no judíos) que residen en el estado actual podrán integrarse al país que se despoja de su “indeseable” identidad judía permitiéndoles a los árabes  mantener su identidad separada y cultura única. Refutaciones de estas tesis pueden leerse en Internet.
Para un lector latinoamericano es de lógica que un país debería tratar a todos sus ciudadanos por igual independientemente de su “raza”, la religión y tradiciones que practique en el ámbito privado. La separación entre religión y estado es casi general en este tiempo, y la libertad de religión y pensamiento  también lo es en casi todos los países de Latinoamérica en mayor o menor grado. La religión predominante por razones históricas es el catolicismo la cual ha venido evolucionando hacia formas de mayor tolerancia; el fantasma inquisitorial que operó en Europa y Latinoamérica durante cuatro siglos ha desaparecido. Ya no se persigue y extermina a judíos ni masones ni herejes. A diferencia de otros países del tercer mundo (e inclusive del primer mundo) en los cuales la identidad nacional se confunde con las tribus o clanes y  secta  religiosa a la que se pertenece, la idea de un estado confesional no se admite.
Por desgracia, esta concepción de la vida es inexistente en muchos países de los continentes asiáticos y africanos en los cuales la lucha y exterminio por razones de diferencias religiosas o sectarias es notorio. En el medio Oriente, específicamente,  es común este fenómeno entre adherentes a distintas sectas y religiones por su carácter totalitario. Es ilusorio que una minoría que practique una tradición o religión que se aparte de la dominante en la región subsista. El caso de países vecinos a Israel como Líbano, Siria, Egipto, Jordania, los del Magreb y todos los países denominados islámicos en los cuales las matanzas son diarias,  atestiguan este hecho. La tesis que un país pequeño y de población escasa como los es Israel  adopte una forma de gobierno como la existente en países latinoamericanos es simplemente dar paso a una masacre de judíos  colectiva que incluiría a los proponentes académicos de la misma. Algo también ininteligible es la razón por la que  individuos que califican a su país y conciudadanos como usurpadores no emigren y rompan todo contacto con ellos.

domingo, 26 de junio de 2011

Israel: ¿Un País “sui-generis”?

Una de las tantas situaciones desconcertantes que se observa en el panorama socio-político israelí  es la planteada por grupos de la izquierda los cuales, aunque minoritarios, detentan un poder desproporcionado a nivel de toma de decisiones y de presión mediática. Leí un articulo de opinión que aborda este tema tratando de desentrañar el porque algunos israelíes luchan por la destrucción de su estado. A continuación traduzco el artículo mencionado.
 Afirma David Shalom en El Enemigo Interno (Thursday, August 02, 2007 http://www.5tjt.com/news/read.asp?Id=1462)                                                                                                    
“Rehavam Ze’evi (H.y.d.) escribió en la publicación en idioma Hebreo del partido Moledet, hace cerca de 14 años, sobre el amenazante fenómeno que constituía la izquierda Israelí cuyos actos traicioneros hacen peligrar la vida de todos. Si se le deja actuar libremente nos llevara literalmente al abismo. Así como esta afirmación  era cierta en ese momento lo es mas aun en la actualidad.
La izquierda Israelí permanece  como la mayor amenaza al pueblo judío en su tierra ancestral. Se podría argumentar que sus acciones, inacciones, la deformación y manipulación mediática que realizan han causado mas daño a Israel que las de la OLP y Hamas. Debe recordarse que fue la izquierda quien trajo a estos terroristas a nuestra orilla mediante los traicioneros acuerdos de Oslo. Sus objetivos, camuflados bajo el manto de paz y liberalismo, son lo contrario a estos. En realidad, sus objetivos son la destrucción del Estado Soberano Judío en la Tierra de Israel. Es necesario que captemos cual es el fenómeno del izquierdismo israelí que enfrentamos para así poder desacelerar  las fuerzas que empujan a Israel hacia su autodestrucción  
La izquierda, quien se autodenomina post-Sionista, de hecho es pre-Sionista; la raíz de su psicosis se remonta a los siglos en los cuales la  mentalidad era la del exiliado y las ideas las del habitante del gueto. Para la izquierda, el odio irracional de los árabes o el antisemitismo de sus amigos europeos se justifica. Ella considera que  no es Israel la victima del fascismo islámico sino, por el contrario, son los árabes la parte agraviada. Si nos mostrásemos más sumisos hacia ellos o usáramos como chivo expiatorio a nuestros hermanos de Judea, Samaria y Gaza, entonces todo se arreglaría.     
Esta visión es similar a la presunción   pre-Sionista que pretendía que los cosacos asesinos o las muchedumbres polacas se avendrían solo si fuéramos mas conciliadores con lo cual se evitaría que pasara otro progrom (matanza de judíos).
El subconsciente de las izquierdas supone que siglos de antisemitismo no se apoyan en la envidia, en el fervor religioso o en el ensañamiento contra una minoría sin patria sino que tiene otra justificación. Ellos acusan al pueblo Judío por ser la victima de tales asaltos racistas.
En el Líbano, la izquierda ató las manos de Israel e impidió que el ejército peleara apropiadamente para alcanzar las metas necesarias. Lo hicieron sobre la falsa suposición de que si no empleáramos las medidas aceptadas y necesarias de autodefensa en la guerra entonces el mundo nos llenaría de alabanzas.
Ellos están mas prontos para traicionar a nuestros soldados secuestrados que para ocupar cualquier rincón en el sur del Líbano o Gaza. Prefieren esconderse detrás del muro del gueto creyendo que todo ira bien. Permitirán que se rearme Hizbola y se prepare para la próxima contienda.
La psicosis de la izquierda hace que vean a Israel como la todo poderosa a quien hay que acusar y a los árabes como los débiles que necesitan ayuda para lograr su falso sueño de paz. Que esta  pequeña Israel este rodeada por 300 millones de árabes con riqueza petrolera es algo sin importancia para la izquierda. A los izquierdistas, esos habitantes de la “burbuja Tel-Aviv”, les preocupa más ver a los israelíes como una potencia  que necesita comprometerse que como una nación que necesita estar en constante guardia y que debe pelear por su existencia. En su imaginación, olvidan que las hordas islámicas están a nuestras puertas, cuyos millones de seguidores con el cerebro lavado por la incesante propaganda están impacientes por empujarnos al mar.
El régimen Sirio quiere la paz y los medios de difusión controlados por la izquierda gimen. Cuan conveniente es olvidar las diarias amenazas del oculista neurótico de Damasco; todo lo que debemos hacer es entregar nuestro Golon al régimen Baatista y todo ira bien. El hecho de que la territorialmente vasta Siria comenzó dos guerras en nuestra contra en 1948 y 1967 cuando el Golan estaba en su dominio es algo ignorado en la narrativa izquierdista. Sugerir que el victorioso, quien fue atacado se defendió en tres guerras sucesivas, deba recompensar al agresor es síntoma de que adolecen de todo sentido básico de dignidad nacional. Aunque ellos les encantaría ser norteamericanos, al menos en el sentido superficial y plástico de la subcultura Holliwoodense,  ni siquiera aspiran a  emular el auto respeto de esos ciudadanos.
La izquierda israelí ni siquiera conoce a esos árabes que dicen amar. En su mayoría ni siquiera hablan árabe, no se han leído el Coran, desconocen la historia islámica, ignoran y se muestran despectivos hacia  los judíos provenientes de tierras árabes. No están informados ni de la historia ni de la cultura ni de las experiencias de estos, los cuales conformas cerca del 50% de los israelíes actuales. Por cierto que en su arrogancia sublime los izquierdistas los llaman Mizrahiim “Orientales”, pero el hecho es que los Judíos de Egipto, Marruecos, Argelia, etc., vinieron de tierras más al occidente que la de los guetos empobrecidos de Ucrania y Polonia. También es parte de la traición del establecimiento izquierdista el  total silencio que ha guardado por 50 años sobre el derecho que tienen estos judíos a ser compensados debido la destrucción de la Judería- Arabe y al robo de sus tierras y propiedades. Para la izquierda solo los árabes tienen derechos en esta región.
El reciente nombramiento del clérigo árabe virulentamente anti sionista Raadi Sfori al directorio del Fondo nacional Judío (FNJ) es un ejemplo interesante. Este señor, quien  fue escogido por el partido de izquierda  Meretz, ni siquiera puede declarar lealtad a la organización que se supone dirigirá. La Tierra de Israel fue dejada improductiva por cientos de años durante los periodos oscuros de la ocupación árabe y luego la islámica. Gracias a los esfuerzos del FNJ y de los Sionistas por mas de 120 años el desierto reverdeció. Este individuo fue escogido por Meretz, lo cual no sorprende pues sus metas son las mismas que las de Yossi Beilin y  su subversivo partido quienes pretenden destruir el estado judío desde su interior.
Se debe reconocer que los líderes de la izquierda saben de las consecuencias de sus políticas desastrosas pero siguen apoyándolas. No permiten que el publico los reconozcan por lo que son, fracasos en el mejor de los casos, y en el peor son traidores. La guerra del Líbano en 2006 es consecuencia directa de la entrega de territorio de Ehud Barak a Hizbola y Siria. Barak y el partido Laborista, quienes han servido en cada coalición de gobierno desde entonces, no pueden admitir su irresponsabilidad. No admiten que Oslo fue una calamidad, que el terror se sextuplicó y que la expulsión de los israelíes de Gush Katif ha dado paso a un mini estado talibán en Gaza. 
Es muy claro que la prioridad del campo nacionalista debe ser derribar este terrible gobierno (el de Kadima) tan pronto como sea posible. Solo iniciando la des-programación nacional de la noción de los mitos de Oslo podremos progresar. Esto requiere una lucha contra la extrema izquierda quienes controlan la mayoría de los medios de comunicación. La democratización conlleva terminar con la hegemonía de la izquierda en las Cortes, lo cual pasa por la elección popular de los representantes. Un primer paso requerirá el enjuiciamiento de los criminales de Oslo. Se debe habilitar un tribunal para castigar a aquellos que traicionaron la nación durante ese oscuro periodo que parte desde 1992. Debe investigar el origen de los fondos que usan las organizaciones subversivas como Paz Ahora, el Grupo Ginebra y el Centro Peres. Solo castigos severos servirá de advertencia a las generaciones futuras y enmendar los errores de la traición a la nación (Arutz Sheva)”
 Sobre este tema hay mucho que decir y exponer para intentar esclarecer al público sobre todos los aspectos del conflicto en Tierra Santa. 

Mas recientemente tuvimos la oportunidad de leer esta curiosa noticia:
Soldados de combate de Israel manifiestan en contra de la emisora de radio del Ejército http://www.israelnationalnews.com/News/News.aspx/145198 

Un grupo de base Sionista, Yisrael Sheli (Mi Israel) manifestó en las  afueras de los estudios de Galei Tzahal, Radio del Ejercito de Defensa y también la segunda estación de radio de Israel más escuchada. Los manifestantes pidieron a esa emisora de radio dejar de ser lo que, ellos consideran, una máquina de propaganda de la izquierda extrema  y permitir una pluralidad de puntos de vista políticos que reflejara al electorado israelí. Este grupo sostiene que esa radio se ha convertido en un cuerpo anti democrático y no plural que asigna los espacios principales a la exposición de los puntos de vista de la izquierda radical y concentra a los productores centristas a un único programa entre las 11 pm. y 12 am. Todo a pesar que la mayoría de los ciudadanos israelíes, incluyendo a los soldados, no son de la izquierda extrema (Nota: se les llama de “izquierda radical” a aquellos ciudadanos que discrepan del derecho de Israel a existir como estado o de la  concepción sionista del Estado de Israel)
La campaña de Yisrael Sheli coincidió con un voto de Comité de Finanza de Knesset que autorizaría a  ampliar el derecho de la emisora de radio para transmitir anuncios patrocinados.
Los activistas han coleccionado grabaciones y citas de las emisiones de la estación que, según ellos, demuestra  apoyo al enemigo en tiempos de guerra y desmoraliza a los escuchas israelíes y sobre todo a los soldados de combate para quienes la estación se supone que  fue creada. Un rastreo similar de esa estación fue realizada por el centro Tadmit y por el sitio Web Latma (http://ana-ana2008.blogspot.com/2011/03/800-latma-subtitulado-en-espanol.html)
La radio del ejército israelí promueve a terroristas
La protesta fue precedida la semana pasada por una estrategia de relaciones publicas ideada por los  activistas  del movimiento  Mi Israel (Yisrael Sheli) quienes telefonearon al portavoz de Hamas basado en Gaza, Ribchi Rantisi, quien ha sido un invitado regular de la Radio EDI (Ejercito de Defensa de Israel) durante años e incluso durante la Operación Plomo Fundido (respuesta a ataques de terror desde Gaza). Haciéndose pasar por el personal de Radio de EDI le  pidió a Rantisi proveerlos de una recomendación registrada para pedirles  a los miembros de la Knesset (Congreso de Israel)  que votaran  a favor de la financiación de la Radio EDI premiando su pluralismo. Rantisi de buena gana cooperó y elogió la Radio EDI como la estación donde él se “siente en casa.”  La televisión de Israel reporto la historia.
Yisrael Sheli llevó a cabo un truco similar con un portavoz del Fatah para que recomendara también a  la Radio EDI
Yael Dan de la Radio del EDI una vez intentó traer a los esposos Goldwasser, cuyos hijos fueron secuestrados y asesinados por Hezbolá en el Libano, a una conversación radial con Rantisi. Pero, ellos rechazaron cooperar. La locutora se despidió de ellos  y comenzó a dirigirse a Rantisi sola. Esta y otras grabaciones están disponibles en vídeos de YouTube grabados  por Yisrael Sheli.
Radio Galei Tzahal presenta demanda
La Radio de IDF no percibió el humorismo en las maniobras de relaciones públicas de Yisrael Sheli ni tampoco aparentemente se realizó un examen de conciencia luego de los elogios que le prodigaran los peores enemigos de Israel. En cambio, la emisora de radio se quejó ante la policía contra Yisrael Sheli, acusándola de incitación. Yisrael Sheli dijo que ellos también presentarían una demanda contra la Radio EDI, bajo la sospecha de asistir al enemigo en tiempos de guerra.
La Radio de EDI esta integrada por soldados del ejercito  de ambos géneros y por locutores civiles,  y sus salarios son pagados por el mismo ejercito.

jueves, 16 de junio de 2011

Los Sefardíes y la creación del Estado de Israel.

Un recuento histórico de las migraciones habidas durante el siglo XX  de los judíos sefardíes y orientales a la Tierra de Israel y su contribución  al renacimiento del Estado de Israel ocurrido en 1948, esta expuesto clara y sucintamente en una publicación del Dr. Abraham Haim (Historiador. Investigador del patrimonio sefardí  y Coordinador del Instituto `Yisgav Yerushalayim de la Universidad Hebrea de Jerusalem.) la cual fue  reproducida en la revista judía venezolana “Maguen” (Revista Maguen Nº 52, 1984 de la Asociación Israelita de Venezuela, Centro de Estudios Sefardíes de Caracas).

En este post me permito reproducir parcialmente su trabajo en el cual se encontrara respuestas a preguntas tales como:¿Por qué sólo un judío sefardí esta entre los firmantes del acta de independencia? ¿Cual es la causa del predominio de los asquenazíes en la vida publica de Israel? ¿Como fue el desarrollo demográfico de los judíos orientales que inmigraron a Israel durante el mandato británico y luego de la declaración del estado? Y otras similares que puedan servir para tener una visión mas equilibrada sobre la historia reciente del pueblo judío A continuación reproduzco literalmente dicha obra..


La vieja comunidad judía en Eretz Israel hasta mediados  del siglo XIX era en su mayoría de origen sefardí y estaba afincada en Jerusalén, Safed, Tiberiades Hebron y otros lugares. Esta comunidad con las distintas corrientes inmigratorias judías, durante los cuatrocientos años que mediaron desde la expulsión de los judíos de España (1492) hasta mediados de siglo, crearon las bases de la economía y el comercio de la renaciente comunidad judía en Israel.
…………
Durante el período del gobierno británico en Eretz Israel, la época del mandato, desde 1917 a 1948, aumentó gradualmente la población judía en el país, Las distintas corrientes inmigratorias fueron el facto central que decidió el contorno demográfico del Yishuv (comunidad judía en la Tierra de Israel),  y la composición social de esas aliyot (inmigraciones) determinó en gran manera la estructura de la Comunidad judía en Israel. Las aliyot entre los años 1922-1945 contribuyeron con un 80% de la población judía del país. La gran mayoría de los "olim" (inmigrantes) vino de los países de la Europa Oriental y Central. De Salónica llegaron los primeros portuarios y estibadores, que permitieron la apertura y funcionamiento del primer puerto judío en el mundo, el puerto de Tel Aviv.

El hecho de que la mayoría de los "olim" en la época del mandato vinieran de los países e Europa (86%), hizo que 'la mayoría de los puestos políticos en el movimiento sionista y la distribución de los recursos económicos en Israel, estuviera en manos de aquellos. El porcentaje de sefarditas y miembros de las comunidades Orientales en Eretz Israel disminuyeron y del 41% que era en 1916 llegó al 29% en 1928. A fines de 1958 representaban sólo el 23% y en 1943, el 20,5% del total de la población, es decir un quinto del yishuv. La gran mayoría de los sefarditas participaba en las elecciones para las instituciones judías centrales de Eretz Israel, pero su representación no equivalía al porcentaje y peso que esa comunidad tenia en el país hasta mediados de los años Cuarenta. Debido a que las autoridades centrales no aceptaron las exigencias de la comunidad sefardita de introducir cambios en la ley electoral, no participaron como comunidad en las elecciones de 1944 para elegir los representantes de la Asamblea Nacional. Debido a que sefarditas y miembros de las comunidades orientales figuraban en las listas de los diferentes partidos Sionistas, aunque no en gran número, le quitó fuerza a su exigencia de recibir una representación política de acuerdo a su peso en la población total, para integrarse a las instituciones centrales del yishuv, después de las elecciones.

La ausencia de los más destacados dirigentes sefarditas de las instituciones centrales judías del país en la segunda mitad de los años cuarenta, trajo como consecuencia un mayor alejamiento de éstos del liderazgo político del yishuv. Así sucedió que entre los firmantes de la Declaración de la Independencia de Israel, el 14 de mayo de 1948, figure sólo un sefardita; Bejor Shalom Shitrir, que era miembro del Consejo Nacional y ministro del Gobierno Provisional, y más tarde ministro de los futuros gobiernos de Israel.

Ya para las primeras elecciones, que se realizaron en febrero de 1949 fue elegido una fracción sefardita de cuatro diputados. La realidad ideológica y no comunitaria hizo que esta fracción se dividiera y  se sumara a algunas de las listas elegidas sobre una base política. Para las elecciones a la segunda Kneset, realizadas en 1951, fueron elegidos sólo dos sefarditas de la lista que se presentó a las elecciones, pero sus miembros se incorporaron al partido de los Sionistas Generales. Ya en las elecciones para la tercera Kneset, en 1955, fracasaron todas las listas de carácter comunitario y ninguna logró elegir representantes. A consecuencia de esto, la comunidad sefardita dejó de lado el aspecto político y se dedicó a desarrollar la actividad social y cultural de sus miembros.

La respuesta de los Sefarditas en Israel y el mundo ante el nacimiento del Estado de Israel, se puede resumir en dos palabras: Aliyá y Asentamiento, El centro de atracción para los sefardíes era el Estado de Israel. Casi dos tercios de todos los sefarditas que emigraron a Israel de sus lugares de origen, cumplieron con el primero de los mandamientos del sionismo. Llegaron en grandes olas, fortalecieron el Estado, estableciéndose en las zonas fronterizas, y {creando las bases de su agricultura y de la infraestructura a lo largo de todo el país. Este volcamiento hacia Israel es producto de varios factores; en primer lugar el ancestral, el amor a Sión en su aspecto religioso y tradicional, que palpita en cada judío, encendió sus corazones y ante el llamado a la "aliyá"y a las nuevas perspectivas que brindaba el país de sus antepasados, respondieron como un solo hombre, llegando a Israel comunidades enteras, a veces todos en un solo bloque. A esto hay que agregar la organización e iniciativas de la Agencia judía y de las autoridades sionistas que prestaron gran atención a las necesidades de esas comunidades en sus lugares de origen, ya que temían por su existencia física bajo los diferentes regímenes árabes y musulmanes.

Si analizamos las diferentes corrientes inmigratorias y las dividimos en dos; la primera época de 1919 hasta el nacimiento del Estado, en 1948, y la segunda, desde el 15 de mayo de 1948 hasta fines de 1949, veremos que cambia profundamente el mapa de procedencia de los "olim". Por ejemplo, de Turquía llegan a Israel en 29 años el 1,9% de los ‛‛olim" y en el Segundo período representan el 9,4% de la "aliyá"; del Yemen llegan en la primera época el 3,7% de la "aliyá’‛ y en la segunda, representan el 12,3%; de Marruecos, Túnez y Argelia llegaron en la primera época el 0,2% de la '‛aliya" y en la segunda, el 7,9% de ella; de Libia, el 0,2% en la primera época y después, el 4,5%.

Todos los países de Asia y del Norte de Africa representan en la primera época el 10,2% de los "olim" y en la segunda, el 58% de ella. La contribución sefaradí a la "aliyá" se incrementó grandemente después del nacimiento del Estado. El despertar mesiánico por la "aliyá" no se encendió inmediatamente con la declaración del Estado y el "Exodo de Egipto" se produce sólo en 1949, especialmente en la segunda mitad de ese año. Entre mayo-agosto de 1948, el porcentaje de judíos de Africa y Asia en la ‛‛aliya" es bajo y alcanza solo el 4,5%; en los meses septiembre-octubre 1948 aumenta Hasta llegar al 17,3%, Durante la Guerra de Independencia sobresale la "aliya" de los judíos de Marruecos, Argelia v Túnez, y durante los meses de noviembre-diciembre 1948, la de los judíos de Turquía.

La ‛'aliyá" de todos esos lugares continuó llegando, aunque en números más reducidos, ya que desde el mes de junio de 1949 disminuyó el ritmo de la "aliya", Frente a esta situación aumenta la "aliyá" de otros países del Norte de Africa; en julio de 1949, de Libia y cn agosto de ese año, de Egipto. De los países del Cercano Oriente ocupan el primer lugar en la `‛aliyá" los judíos yemenitas y son muchos los judíos de Persia que llegan. En 1951 llegan a Israel la gran mavoría de los judíos del Irak.

La contribución de los sefaradíes y comunidades orientales en la incorporación al Estado de Israel se puede resumir así: entre 1948-1952 toda la "aliyá" que llegó al pais alcanzó a 7O7.650 almas, de ellas, 429.500 de origen sefaradí v comunidades orientales.

A pesar de todo, hay un segundo lado de la moneda en lo que respecta a la ‛'aliyá" de masas de los judíos Sefarditas y de las comunidades orientales desde el nacimiento del Estado, y lo traeremos a colación, también en estos momentos de alegría y festividad. A lo largo del período que duró el Mandato británico en Eretz Israel, los "olim" oriundos de Europa y el ejecutivo de la Organización Sionista, desarrollaron un tipo de cultura basado en los principios de valores europeos y lo impusieron sobre toda Eretz Israel. Así sucedió que con el nacimiento del Estado de Israel y la llegada de la "aliyá" de masas de los países de Africa y Asia, éstos se encontraron con los valores de una cultura específica, que representaba los valores culturales normativos del país. Más de una vez se vieron obligados a dejar de lado sus propios valores culturales tradicionales. Se los envió a estudiar a instituciones educativas extrañas para ellos, y por otro lado, se hicieron partícipes activos de una vida política que no conocieron ni practicaron en sus países de origen. De esa manera, sus valores culturales y tradicionales fueron considerados como sin valor y no tomados en cuenta. Se produjo una situación tensa, en la que parecía que todo el ancestro de estas comunidades era secundario y sin valor. A esto hay que agregar los problemas de adaptación a los que tenían que hacer frente todos los "olim", que se sentían extraños e incomprendidos ante la mayoría de la población local. Ese vacío dejó su marca, una señal de amargura en padres e hijos. Los "olim" que llegaron al país, plenos de un sentimiento de fe mesiánica, aceptaron la realidad tal como se presentaba: ya que les faltaban los medios y los recursos para cambiar lo que tenían frente a ellos. Al reventar la crisis, ésta trajo consigo el rompimiento del marco familiar y comunitario tradicional, ese marco que les daba Seguridad y apoyo uno en el otro, a lo largo de las generaciones.

El casi total desconocimiento que existía sobre la Creación cultural del judaísmo sefardita y de las comunidades orientales llevó a que se las menospreciara y a que se enraizara en la mente de los alumnos una serie de prejuicios sobre la participación de dichas comunidades en la creación de los nuevos valores en la renaciente cultura del país. El que no se conociera lo suficiente el pasado de dichas comunidades, como tampoco se aceptaran sus tradiciones, parte del acervo cultural general de todo el pueblo, lastimó los sentimientos de destino común que representaban todas las comunidades en su conjunto, sean orientales u Occidentales.

El resultado inmediato de la "aliyá" a Israel fue el gran impulso asentador, sea en la ciudad o en el campo, la "aliyå" de masas logró, en el primer decenio de la existencia del Estado de Israel, el establecimiento de decenas de ciudades de desarrollo, entre ellas: Ashdod, Dimona, Beer Sheva, Kiryat Shernoná, Kiryat Gat, etc., y junto a las ciudades se levantaron muchos "moshavim" (granjas cooperativas), a lo largo de las zonas fronterizas del país, que estaban en la primera línea de fuego. Pero, toda esa gigantesca obra no logró captar la atención del gran público, y que significara la contribución de esa gente para la construcción del nuevo Israel. Esa obra que es la expresión de decenas de miles de buenos judíos, de todos los ámbitos de la Tierra, amantes de Sión desde su más tierna infancia, y que la gran mayoría de ellos no trabajó nunca en la agricultura, en sus lugares de procedencia, y que menos aún sostuvo alguna vez un implemente de carácter agrícola. En corto tiempo se transformaron en agricultores experimentados, que con el fruto de su trabajo, no sólo cubrieron sus gastos y necesidades, Sino que participaron en el esfuerzo económico general del joven país en desarrollo.

En el primer decenio (1948-1958), se fundaron en el país 401 poblados, de ellos, más de la mitad, 222 lo fueron por sefarditas y de comunidades orientales, transformándose así en el factor central de toda esa magna empresa de asentamiento. Quien viajaba por ese entonces, a lo largo del país, se asombraba de la gran capacidad de adaptación de estos "olim", que a pesar de las dificultades supieron sobreponerse a las difíciles condiciones, esperando que tuvieran frente a ellos un futuro mejor, y así fue por cierto. He aquí la lista de lugares de procedencia de los 222 poblados: Marruecos, 75; Yemen, 59; Irak y Kurdistán, 23; Túnez, 20; Irán, 19; Sud América, 15, Egipto, 9; Turquía, 7; Bulgaria, S; Yugoslavia, 4; india y Cochinchina, 3; Siria, 3; Grecia, 1; Libia, 1.

La '‛aliyá" y presencia de los judíos sefarditas y los de las comunidades Orientales en la época del nacimiento del Estado y durante los años cincuenta y sesenta, tiene gran importancia hoy en día. La gran mayoría de los sefarditas y oriundos de comunidades Orientales, que representan el 18% del pueblo judío se encuentra en lsrael y representan casi el 60% de la población del país. Es también la comunidad judía que más se destaca por su índice positivo de natalidad. El peso de la comunidad sefardita en el mundo judío se debe en gran parte al peso que tienen en el porcentaje general de la población de Israel, y que va en constante aumento. A diferencia de lo que ocurrió en los comienzos del Estado, hoy en día los sefarditas comienzan a ocupar el lugar que les corresponde en la vida política del país; el equilibrio total se conseguirá en un futuro no lejano, si no en esta generación, con toda seguridad en la próxima. Un estudio objetivo que se realizó sobre el problema de las brechas inter-comunitarias, demostró que estas brechas se están reduciendo y que los recursos públicos se están repartiendo en una forma más equitativa. También en lo que respecta al acervo cultural se han producido cambios positivos, hay una vuelta a las fuentes. Ahora, un judío procedente de Marruecos o de Kurdistán esta orgulloso de su herencia cultural y de su acervo espiritual. Se escriben trabajos y estudios, y se realizan investigaciones sobre la historia y la creatividad cultural y espiritual de las distintas comunidades judías en el mundo.


miércoles, 15 de junio de 2011

Comunidades Judias en Tierra Santa en el Siglo XIX

Un interesante testimonio sobre la vida de las comunidades Judías en "Tierra Santa" es el publicado en la Revista The Biblical World Vol. 21, No. 1 (Jan., 1903), pp. 17-27: por el Doctor Ernest Guillermo Gurney Masterman (1867-1943), un médico inglés quien vivió en la tierra santa y ejerció su profesión durante 20 años desplazándose entre Jerusalén y Damasco a finales del siglo XIX. En la primera ciudad fue cirujano del Hospital Inglés y además secretario honorario del "Fondo de Exploración de Palestina" Asimismo fue director del Hospital de la Misión Judía fundada en 1840 por la "Sociedad Londinense para Promover el Cristianismo" entre los judíos. 
A continuación se presenta una traducción libre al español de este trabajo que nos parece da una idea fidedigna de como vivían los judíos y como estaban organizados. 

I. LAS DIFERENTES CLASES DE JUDIOS
Hay muchas personas, incluso hoy en día,  quiénes imaginan que los habitantes de Palestina moderna son judíos, o principalmente judíos; por otra parte hay otros quienes consideran que la población judía es tan insignificante que no valdría la pena reconocerlos como un factor de importancia en la  región. Pero, como de costumbre, la verdad esta a medio camino. Numéricamente,  la población judía de la Tierra Santa es pequeña, pero no hay ningún otro sector con tanta importancia en la vida social, política y religiosa así como una influencia tan creciente. A principios del siglo pasado el elemento hebreo en Palestina montaba a  no más de 10.000 almas,  pobres, despreciados, y oprimidos. Incluso, remontándonos  hasta 1874, autoridades tan confiables como el redactor de la Guía de Baedeker calcularon 18, 000 personas  como límite extremo. Veinte años más tarde las mismas autoridades calcularon que ascendían a 50,000. Me aventuraría a decir que hoy en día no baja de 100.000, y esta en constantemente aumento. Pero aun este aumento notable de población no evidencia  el  gran crecimiento de la influencia y riqueza de los judíos  en esta región. La cuestión judía está siendo promovida actualmente, de manera enérgica como foco de atención ante las grandes naciones cristianas, por los miembros de las asociaciones Sionistas las cuales se están multiplicando rápidamente. Independientemente de los resultados últimos que se alcancen, se puede apreciar en el corto plazo inmediato que los judíos han logrado hoy en día de los turcos poderes y privilegios como nunca antes. Los judíos (sobre todo los orientales) y los mahometanos se entienden entre ellos mejor desde muchos puntos de vista  que cualquiera de ellos con los cristianos, en particular con los occidentales. Algunos líderes del "Sionismo" admiten haberse  avenido a algún entendimiento con el Sultán que debería preparar el terreno para "un estado judío" en un  futuro no distante; y  que ''hacia Zion viran muchos  ojos cansados pero iluminados con la luz de esperanza  desde los ghettos escuálidos del sudeste de  Europa”. En vista de esta situación, puede ser de interés  relatar el extraordinario agrupamiento en esta Tierra de hebreos de diferentes lenguas, sus maneras de vida y sus costumbres, en especial aquellas de origen bíblico

A principios del siglo pasado casi todos los Judíos de la región Palestina eran Sefardíes,  o sea,  los Judíos de habla hispana, los descendientes de las aquellas multitudes que, por no  renunciar a su fe, fueron desterrados de España en 1492 por la política desacertada de Fernando  e Isabel.  Así que a  pesar de la larga ausencia fuera de España, una gran proporción de ellos retuvieron su antigua lengua española; y, al igual que en España – ayudados allá  por su contacto con los moros – aquí también preservaron sus características orientales  La lengua judeo-española retiene muchas de las características del español de hace cuatrocientos años, aunque en gran parte nutrido por palabras hebreas y árabes pero escrito e impreso, por supuesto, en letras hebreas. En Jerusalén, Hebron, y Jaffa, así como en muchas partes de Turquía, no sólo  es usado por todo los Sefardíes, sino que también es  adoptado por muchos judíos y, en particular por las  judías que vienen de otras partes, como un modo de la comunicación. Los hombres casi todos saben el árabe además, y muchos hablan el hebreo con cierta facilidad. En Galilea, sin embargo, y al norte de la Palestina propiamente, o sea., Damasco y Aleppo, el árabe es por lo general el único idioma moderno hablado; si un segundo es conocido allí éste será probablemente el francés.
El Sefardí típico es afinado en cara y figura, con rasgos agradables y pronunciados; tiene pelo y ojos oscuros, aunque es bastante común el rubio rojizo. Su vestimenta es similar a la de los  naturales de Palestina-----un fez, que es  una tunica alargada, y zapatillas. Estrechamente aliados con los judíos de habla hispana en asuntos  del ritual, y a menudo también en vestido y aspecto, están los Judíos Magrebíes. Muchos de ellos, también vinieron hace siglos de España, pero esta vez mediando desde el Magreb (una palabra árabe que significa "el Oeste"), es decir de África del norte, sobre todo de Marruecos y Argel. Esta gente habla un dialecto completamente  distinto del árabe de Siria. Los más cultos a menudo saben el francés; pero muchos, sobre todo los más jóvenes, pronto adoptaron el  judeo español. En esta clase encontramos algunos de los más pobres, más ignorantes, y supersticiosos entre los judíos palestinos. En Jerusalén solo se calcula sean más de doscientas familias.
Los Judíos sirios de Beirut, Damasco, Aleppo, y, en otro grupo, aquellos de Bagdad y el valle del Eufrates, son fácilmente distinguibles de las clases arriba mencionadas; con un poco de experiencia es hasta posible decir si un Judío es de Beirut o es un Damasquino, o  Halabi (Judíos de Aleppo), etcétera. Los últimos son suficientemente numerosos para formar una comunidad distinta por si misma. Los Judíos de este grupo hablan el árabe de Siria mucho mejor,  por supuesto, que todos los otros; muchos pueden leerlo y escribirlo utilizando, como regla general, letras hebreas. Ellos están establecidos en todas las regiones de esta tierra; sólo en Jerusalén hay probablemente más de seiscientas familias. Los Judíos de Damasco, aproximadamente diez mil en total, pertenecen a esta clase, pero tienen rasgos distintivos propios. ¡Ellos  reclaman ser descendientes de la guarnición que el Rey David colocó allí para que le guardaran  la ciudad!

Otra clase de judíos que habla el  árabe son los  Yemenitas. Cuando su nombre implica, ellos vienen del sur de  Arabia y hablan un árabe completamente diferente al de los sirios. Esta comunidad ingreso a la “Tierra Santa” comparativamente mas recientemente (hace aproximadamente quince años), y  su número se esta incrementando. Como son de por si súbditos turcos no tienen impedimentos para ingresar a la zona como los que afrontan aquellos judíos foráneos quienes quieren establecerse aquí. Los yemenitas se establecieron inicialmente en Silwan (la antigua Siloam) pero aunque las familias más pobres aun permanecen allí, aquellos quienes pueden se mudan a sitios mejores y más saludables.  En el aspecto general y en el físico éstos son hebreos muy diferentes de los otros grupos. Ellos en todos los aspectos son muy similares a los árabes de Arabia -piel oscura y pelo y ojos negros. Puede ser que ellos más que cualquiera de los otros se asemejen más a sus antepasados del Éxodo. El clima frío de Jerusalén los  afectó a tal grado que muchos murieron de enfermedades pulmonares. Entre los yemenitas había algunos judíos de la India de características muy similares.
Pero, muy diferentes a los mencionados  eran los judíos de Tiflis y vecindades del Cáucaso quienes eran conocidos como Gurgis o Judíos de Georgia. Su asentamiento principal en Tierra Santa estaba en la ciudad de Jerusalén, pero no en el barrio judío, sino cercanos a Serai (esto es, oficinas del gobierno) y también próximos a las afueras de la Puerta de Damasco. A su arribo vestían con los trajes típicos de su país de origen, como Circasianos con abrigos largos hasta los tobillos ornamentados con filas de bolsillos para cartuchos, correa en la cintura,  con porte militar, fuerte, independiente, y bien desarrollado. Ellos han desechado en gran medida sus particularidades del vestido, pero todavía hablan entre sí su lengua, el "georgiano". Ellos son los más hospitalarios y amistosos de todas las comunidades judías. Estrechamente aliado a éstos son los inmigrantes de Daghestan, que llamamos por lo general Kurdi, judíos quienes hablan, incluso, otra lengua. Ellos son mucho menos en numerosos. Ambos grupos son súbditos rusos
Otro grupo de Judíos bajo protección rusa que se han instalado en Jerusalén en número creciente en los últimos  diez años, más o menos, son `los Judíos Bujaros, procedentes de Bujara y Samarkanda,  en el Asia central. Ellos son los más acaudalados de todas las comunidades; y sus casas, en una colina al norte de la ciudad, son un gran avance respecto a  las casuchas miserables que están siendo erigidas por otras comunidades. Su apariencia física es de hombres altos y fuertes, tendiendo  a la corpulencia. Los rabinos se visten de un modo más favorecedor con trajes grises largos, gorras de Astracán ásperas, y botas muy ceñidas; mientras las mujeres, excepto aquellas que  han adoptado la ropa de esta región prontamente, llevan puestos trajes sueltos pintorescos de los matices más fantásticos. Muchas de sus casas son amuebladas con buen gusto, sobre todo respecto a las alfombras. Ellos hablan una lengua propia, pero se comunican con sus hermanos de la casa de Israel con el hebreo, que muchos dominan con soltura. Debemos mencionar brevemente a algunas otras pequeñas comunidades como los Judíos áyami  de Persia, que hablan el persa; los Judíos de Orfa y Armenia; Judíos de la India, Singapur y China, etc. Todos éstos, junto a los Sefardíes, conforman lo que se podría llamar  “Judíos del Este."
Queda aún por mencionar el gran grupo constituido por los judíos Asquenazíes o judíos occidentales quienes son  mayoría en la judería mundial y, en la actualidad, mas de la mitad de la de Palestina. Son aquellos quienes fueron nuestros vecinos en el norte de Europa (Rusia, Polonia, Alemania, Austria, Francia e Inglaterra) así como en America, de tal manera que la mayoría de las personas europeas asocian judío con asquenazí. En Palestina es sólo en el segundo cuarto del siglo pasado (XIX) que ellos pudieron poner pie firme.  Y es, más que cualquier otra cosa, su "vuelta" durante el cuarto de cierre del siglo diecinueve lo que ha aumentado la población judía a sus dimensiones presentes. (Ellos fueron desterrados en 1721, y sus edificios confiscados. En 1832 les permitieron volver, y en 1836 se les permitió  restaurar su sinagoga grande `o mejor dicho de sus ruinas, sobre las que construyeron su principal actual). Esta clase de judíos hablan una lengua conocida como “Yiddish” o judeo-alemán, se deriva de una lengua  alemana antigua pero que recibió añadiduras en varias regiones de Europa que casi  la convirtieron en una lengua distinta; así, en Polonia, en Rusia, etc., se amplió con la adición de palabras polacas, rusas y de otra lenguas. Pero, sin importar donde se hablara siempre estaba presente un numero variable de palabras hebreas. Así se le llame judeo-alemán, difiere mucho en construcción gramatical, pronunciación y vocabulario del alemán moderno lo que la hace ininteligible cuando es hablada por un judío polaco o ruso a la mayoría de los alemanes. El  aspecto físico y muchos hábitos de los asquenazíes, producto de largos años de  opresión, pobreza y ambiente insalubre, contrastan grandemente con los de las otras clases de judíos mencionados. Pero, antes de criticarlos con severidad debemos recordar que fue la Europa “cristiana” quien los persiguió obstinadamente durante largos siglos Fueron obligados a “mudarse” una y otra vez y, cuando ya no podían alejarse mas fueron llevados a una situación que les imposibilitaba todo desarrollo mental o corporal. De talla baja, sucios y despeinados solo les quedaba su fe que fue la que los hizo sobreponerse en todas esas circunstancias. Años tras años en centenares saliendo de esa situación terrible vinieron a la Palestina para pasar sus últimos años o meses dedicados al estudio y la oración y a ser enterrados en la Tierra Santa. Las dos grandes sectas de asquenazíes  están representadas en Jerusalén. Ellos son los Perusim o Fariseos y los  Jasídicos, una secta derivada hace  aproximadamente doscientos años, pero cuyos principios no difieren en mucho del grupo del cual proceden. Ambos son muy estrictos en el cumplimiento de todos los preceptos Talmúdicos. Se caracterizan por oponerse a  todo cambio; y, como veremos, cuentan con poderosas armas para resistir los embates en ese sentido.
Además, aparte hay dos pequeños grupos aislados de aquellos a quienes ellos reclaman como sus hermanos y totalmente extraños al cristianismo y al mahometismo y que deben ser mencionados antes de dejar esta parte del estudio. Ellos son los Caraitas y los Samaritanos. Los primeros forman una muy pequeña comunidad y viven en un bloque de casas en el barrio judío. Han sido denominados “Los protestantes del Judaísmo” y este nombre podría representar sin dudas un aspecto de su vida. Son tratados por el resto de los judíos como lo seria una comunidad de protestantes en el seno de una gran población de intolerantes Católicos Romanos. La secta fue fundada por Ana Ben-David en la segunda mitad del siglo siete y su  idea parecería ser la de dar una interpretación diferente (aunque en líneas paralelas) a aquellas dadas en los libros del Talmud sobre las dificultades que la Ley planteaba. Durante muchos siglos desde entonces han cambiado sus puntos de vista y afirman que se apegan mas al Antiguo Testamento que a las tradiciones sagradas. Su hogar estuvo en la Crimea y algunos escritores judíos afirman que ellos descienden de los Jazaros, una tribu no semita que se convirtió al Judaísmo. Hubo un tiempo en que fueron más numerosos en Palestina, especialmente en Damasco, donde un gran cementerio, que una vez fue de ellos, es su único monumento recordatorio. Los caraitas en Jerusalén afirman que algunos de sus antepasados provinieron de Damasco como resultado de una orden  divina para que se asentaran en la Tierra Santa.
En situación parecida pero de menor interés histórico es la pequeña y aislada comunidad sobreviviente de los Samaritanos en Nablus que es la antigua Siquem (Shjem). Agrupan menos de doscientas almas y, considerando el alto grado de endogamia que practican, es maravilloso que no hayan desaparecido por un proceso de extinción natural. Esta interesante comunidad sólo será  considerada brevemente aquí. Pero, si se le quiere examinar a fondo debido a su historia y costumbres especiales, debería dedicárseles exclusivamente a ellos un artículo. Un relato de la celebración de la Pascua (Pesaj) que realizan apareció en el Palestine Exploration Fund Quarterly Statement, January, 1902.)
De lo descrito anteriormente se desprende que los judíos en Jerusalén hablan muchas lenguas y dialectos diferentes. Las más comunes son el judeo-alemán, el judeo-español y el árabe (en tres dialectos que son el sirio, el magrebí y el yemenita); pero, el inglés, francés, alemán, ruso, italiano, griego, turco, georgiano y persa, así como lenguas propias del Asia central e India, son de uso diario regular en los hogares de los judíos. Las personas más educadas de todas las comunidades judías emplean el hebreo para relacionarse.
Más conspicua  que las diferencias en lengua, vestido, y aun que los hábitos sociales (aunque tengan, como mostraré más tarde, una enorme cantidad de costumbres  en común) es la diferencia maravillosa en características físicas. Esto es un algo que no ha recibido todavía una explicación satisfactoria, pero no cabe duda de que todas las clases de Judíos han recogido las características físicas principales de las personas entre quien ellos han morado mucho tiempo. Sin importar como estén vestidos, es posible reconocer  la clase a la cual el judío pertenece. En términos generales, los rasgos faciales, la  forma de la cabeza, la fisonomía ha sido en cada tierra profundamente modificada. El aspecto semita típico, como se aprecia en el árabe puro, sólo es visto hoy marcadamente  en el judío yemenita. De esta manera, el judío ruso y el campesino ruso cristiano, el judío georgiano y el mahometano Circasiano, el judío de Marruecos y el árabe magrebí, todos muestran semejanzas físicas indudables. En todos los casos, cuando la residencia ha sido por muchas generaciones, ha ocurrido esta modificación. Se ha alegado que la causa reside en los matrimonios mixtos con no-judíos, y que la pureza alardeada por el grupo hebreo es un mito. Este es, creo, un error. El matrimonio mixto ha ocurrido y ocurre realmente. Conozco en Jerusalén a algunos muchachos negros quienes  nacieron Judíos  solo que  sus madres negras eran prosélitos. Pero no hay ninguna prueba que, por lo menos durante muchos siglos, cualquier gran número de mujeres gentiles haya deseado renunciar a su religión y aliarse con esta la raza perseguida y despreciada. Debería indagarse  en el alimento, el clima, la altitud, y las condiciones meteorológicas generales  las influencias que han moldeado estos variados tipos.
 II. LA DISTRIBUCION DE LOS JUDIOS.
Hay seis grandes centros de residencia de los Judíos en Palestina: Yafo, Damasco, y las cuatro "ciudades santas ''---Jerusalén, Hebron, Safed, y Tiberiades. Estas dos últimos no son tan "claramente santas" como las ciudades de la historia bíblica; su santidad está relacionada con la subida del Talmud en caso de Tiberiades, y con escuelas antiguas para interpretación Talmúdica en caso de Safed. El Sanedrín, después de varias mudanzas, se instaló en   Tiberiades a la mitad del II siglo DC., bajo el famoso Rabino Yehudá  Hakodesh; y a partir de este tiempo Tiberiades fue el punto central del aprendizaje del judaísmo durante varios siglos. Precisamente aquí fueron compilados  tanto la Mishná como la Guemará. (Memorials Palestine Exploration Fund, Vol. I, p. 417)
Tiberiades fue alguna vez una '' ciudad sucia, prohibida a los Judíos porque se construyó (se decía) sobre tumbas antiguas; pero, después, al ser  expulsados de Jerusalén, la Galilea se convirtió en  la gran fortaleza de los Judíos ortodoxos, Tiberiades se hizo prominente. La subida de Safed a la posición “de una ciudad santa" esta envuelta en el misterio. No es un sitio nombrado en las  escritura; carece de  asociaciones  interesantes; no está claro por qué los Judíos la escogieron, a menos que, quizás, sea  por su amplia panorámica sobre el mar de Galilea y la Tierra Prometida. En el siglo dieciséis, tres siglos después de que fuera inicialmente habitada por los Judíos, devino en la casa de una serie de grandes estudiantes del Talmud, quienes, por medio de una imprenta, difundieron ampliamente la fama de este centro de aprendizaje el cual,  desde entonces, ha sido el favorito del judaísmo ortodoxo y sólo segundo en santidad después de Jerusalén. Se ha  clamado que el Mesías  se elevara sobre el lago de Galilea y levantara su estandarte victorioso en Safed. (En el Talmud esta ciudad es llamada Tzephath).  En estas seis ciudades se congregaron principalmente los judíos.
Los judíos de Damasco son de  por si una clase. Se caracterizan por ser árabe-parlantes, laboriosos, no son ultra ortodoxos ni tampoco religiosos en demasía. Ellos no reclaman  mérito especial como habitantes de la “Tierra Santa” porque su ciudad estaba localizada  fuera de ella.  Inicialmente llegaron a Yafo y algunos permanecieron allí. Esta ciudad es también un gran centro comercial. Pero, vivir en Yafo no es como vivir en una genuina “Ciudad Santa”. En Hebron, Tiberiades y Safed un gran sector de la ciudad esta poblada por judíos; en mayor  proporción en las dos últimas mencionadas, y en cada uno de los casos son las colonias más pobres y sucias. En Jerusalén los judíos se extienden su presencia  por todos lados. Inicialmente ellos tenían su propio barrio dentro de la ciudad amurallada pero ahora han lo han expandido grandemente  penetrando incluso el distrito musulmán. También han establecido colonias en todas las direcciones en las afueras de las murallas de la ciudad. Estas no deben confundirse con las colonias agrícolas. Son simplemente bloques de casas de un piso construidas por alguna sociedad en especial. El consejo de jefes de la colonia maneja los asuntos en  cada una de ellas El diseño de las residencias es variado, la mayoría son edificaciones de un piso y dispuestas con poca consideración por la belleza o condiciones de sanidad  Estas colonias se extienden más de una milla a cada lado de la carretera de Yafo a Jerusalén así como tanbien del camino de Damasco y entre estas dos líneas. De  hecho, a excepción del lado este, estas “colonias” rodean a Jerusalén. Reciben nombres imaginativos como Mea-Shaarim (“Cien Puertas”), Ojel-Moshe, “Montefiore” (en recuerdo a Sir Moses Montefiore), etc.
Una  colonia judía particularmente pobre situada a una milla sobre la carretera Jerusalén-Yafa se edifico usando los grandes envases metálicos y las cajas de madera en los cuales el aceite de carbón  se trasladaba  a la Palestina principalmente desde Rusia. Esta colonia era conocida frívolamente por algunos de nosotros como “la colonia de las cajas”
La colonia mejor diseñada es la de los judíos Bujaros situada al norte de la ciudad. En ella se demarcaron primero las calles y luego se añadieron según la necesidad, las casas, muchas de ellas bien construidas. Hay pocos buenos edificios que sean marcadamente judíos.
En Jerusalén están  una hermosa sinagoga Sefardí y dos grandes sinagogas Asquenazíes. Hay también dos modestos hospitales judíos. Fuera de la muralla hay una buena biblioteca pública y también grandes edificaciones educativas y dos hospitales, uno de ellos construidos por Rothschild y el otro realmente muy bueno y de hermosa arquitectura conocido como Shaare-Zedek situado en la calle Yafo e inaugurado el ultimo año (1902)
Una gran proporción de los poblados judíos en todas las ciudades son insalubres, con mala ventilación, no iluminados ni por la luz del sol ni tampoco por ninguna otra. Muchas de ellas que están dentro de la ciudad amurallada son subterráneas y siempre muy húmedas.  Familias numerosas habitan en un solo cuarto día y noche. Las calles en tales barrios son estrechas, mal pavimentadas y muy sucias.
Los judíos habitan no solo en estos grandes pueblos sino también están dispersos en toda esta tierra. A lo largo de la costa desde Gaza hasta Beirut se les encuentra en número considerable. Muchos son los negocios que están en sus manos; especialmente la exportación de granos. No solo en los poblados sino también en todos los villorrios  se les consigue,  Pueden ser tenderos, sastres itinerantes, zapateros remendones,  mecánicos, vendedores ambulantes quienes de pueblo en pueblo resuelven las simples necesidades de los "fellahin" (campesino en árabe). Aun al este del río Jordán, entre los Beduinos, se encuentran judíos negociando la compra de grano para Damasco u otro sitio cualquiera. Entonces, últimamente, hay también ahora un número considerable de judíos que en años recientes se han establecido en las distintas “colonias agrícolas” situadas aquí y allá en toda la tierra. Sobre esto escribiré luego.
Todos los judíos en este terruño están bajo la jurisdicción del “Jajam Bashe” o Rabino Jefe de Jerusalén designado por el Sultán y quien tiene sobre sus correligionarios los mismos poderes que sobre los suyos tienen los patriarcas de varias iglesias orientales. Es el responsable de recolectar los impuestos y hacerlos llegar al tesoro turco. Debe resolver todas las disputas entre gentes de su pueblo y tiene el poder de decidir sobre todas las asuntos referidos a propiedad donde se conciernan solo los  judíos. Por supuesto debe ser un súbdito turco y hasta ahora siempre ha sido de procedencia sefardí; pero, los asquenazíes, quienes son ahora mayoría, por largo tiempo han tratado de que uno de ellos sea designado para el puesto. Ellos tienen su propio Rabino Jefe pero sin status político. Cada comunidad tiene su rabino jefe y en cada gran comunidad, como en Hebron, Tiberiades, Safed y Damasco tiene su propio rabino jefe quien tiene que ser reconocido por el Porte antes de poder ejercer sus poderes. Entrar a una  de estas oficinas en una ciudad santa es una gran ambición para un judío pío. El actual rabino  jefe  de Hebron es un estudiante que estuvo la mayor parte de sus últimos  50 años en Odessa y ha publicado muchos magnificos e indudablemente meritorios libros; y, aun así, considera que los arduos y exigentes deberes que le impone esta posición se compensan bien por el honor que elle le confiere en sus años postreros.
Un gran parte de los judíos son súbditos turcos y el número se incrementa. Los niños de aquellos que nacieron en el país pierden la protección extranjera en circunstancias ordinarias y muchos otros la pierden voluntariamente tanto al negarse a servir en el ejército de sus tierras nativas como también de otras maneras.