domingo, 26 de junio de 2011

Israel: ¿Un País “sui-generis”?

Una de las tantas situaciones desconcertantes que se observa en el panorama socio-político israelí  es la planteada por grupos de la izquierda los cuales, aunque minoritarios, detentan un poder desproporcionado a nivel de toma de decisiones y de presión mediática. Leí un articulo de opinión que aborda este tema tratando de desentrañar el porque algunos israelíes luchan por la destrucción de su estado. A continuación traduzco el artículo mencionado.
 Afirma David Shalom en El Enemigo Interno (Thursday, August 02, 2007 http://www.5tjt.com/news/read.asp?Id=1462)                                                                                                    
“Rehavam Ze’evi (H.y.d.) escribió en la publicación en idioma Hebreo del partido Moledet, hace cerca de 14 años, sobre el amenazante fenómeno que constituía la izquierda Israelí cuyos actos traicioneros hacen peligrar la vida de todos. Si se le deja actuar libremente nos llevara literalmente al abismo. Así como esta afirmación  era cierta en ese momento lo es mas aun en la actualidad.
La izquierda Israelí permanece  como la mayor amenaza al pueblo judío en su tierra ancestral. Se podría argumentar que sus acciones, inacciones, la deformación y manipulación mediática que realizan han causado mas daño a Israel que las de la OLP y Hamas. Debe recordarse que fue la izquierda quien trajo a estos terroristas a nuestra orilla mediante los traicioneros acuerdos de Oslo. Sus objetivos, camuflados bajo el manto de paz y liberalismo, son lo contrario a estos. En realidad, sus objetivos son la destrucción del Estado Soberano Judío en la Tierra de Israel. Es necesario que captemos cual es el fenómeno del izquierdismo israelí que enfrentamos para así poder desacelerar  las fuerzas que empujan a Israel hacia su autodestrucción  
La izquierda, quien se autodenomina post-Sionista, de hecho es pre-Sionista; la raíz de su psicosis se remonta a los siglos en los cuales la  mentalidad era la del exiliado y las ideas las del habitante del gueto. Para la izquierda, el odio irracional de los árabes o el antisemitismo de sus amigos europeos se justifica. Ella considera que  no es Israel la victima del fascismo islámico sino, por el contrario, son los árabes la parte agraviada. Si nos mostrásemos más sumisos hacia ellos o usáramos como chivo expiatorio a nuestros hermanos de Judea, Samaria y Gaza, entonces todo se arreglaría.     
Esta visión es similar a la presunción   pre-Sionista que pretendía que los cosacos asesinos o las muchedumbres polacas se avendrían solo si fuéramos mas conciliadores con lo cual se evitaría que pasara otro progrom (matanza de judíos).
El subconsciente de las izquierdas supone que siglos de antisemitismo no se apoyan en la envidia, en el fervor religioso o en el ensañamiento contra una minoría sin patria sino que tiene otra justificación. Ellos acusan al pueblo Judío por ser la victima de tales asaltos racistas.
En el Líbano, la izquierda ató las manos de Israel e impidió que el ejército peleara apropiadamente para alcanzar las metas necesarias. Lo hicieron sobre la falsa suposición de que si no empleáramos las medidas aceptadas y necesarias de autodefensa en la guerra entonces el mundo nos llenaría de alabanzas.
Ellos están mas prontos para traicionar a nuestros soldados secuestrados que para ocupar cualquier rincón en el sur del Líbano o Gaza. Prefieren esconderse detrás del muro del gueto creyendo que todo ira bien. Permitirán que se rearme Hizbola y se prepare para la próxima contienda.
La psicosis de la izquierda hace que vean a Israel como la todo poderosa a quien hay que acusar y a los árabes como los débiles que necesitan ayuda para lograr su falso sueño de paz. Que esta  pequeña Israel este rodeada por 300 millones de árabes con riqueza petrolera es algo sin importancia para la izquierda. A los izquierdistas, esos habitantes de la “burbuja Tel-Aviv”, les preocupa más ver a los israelíes como una potencia  que necesita comprometerse que como una nación que necesita estar en constante guardia y que debe pelear por su existencia. En su imaginación, olvidan que las hordas islámicas están a nuestras puertas, cuyos millones de seguidores con el cerebro lavado por la incesante propaganda están impacientes por empujarnos al mar.
El régimen Sirio quiere la paz y los medios de difusión controlados por la izquierda gimen. Cuan conveniente es olvidar las diarias amenazas del oculista neurótico de Damasco; todo lo que debemos hacer es entregar nuestro Golon al régimen Baatista y todo ira bien. El hecho de que la territorialmente vasta Siria comenzó dos guerras en nuestra contra en 1948 y 1967 cuando el Golan estaba en su dominio es algo ignorado en la narrativa izquierdista. Sugerir que el victorioso, quien fue atacado se defendió en tres guerras sucesivas, deba recompensar al agresor es síntoma de que adolecen de todo sentido básico de dignidad nacional. Aunque ellos les encantaría ser norteamericanos, al menos en el sentido superficial y plástico de la subcultura Holliwoodense,  ni siquiera aspiran a  emular el auto respeto de esos ciudadanos.
La izquierda israelí ni siquiera conoce a esos árabes que dicen amar. En su mayoría ni siquiera hablan árabe, no se han leído el Coran, desconocen la historia islámica, ignoran y se muestran despectivos hacia  los judíos provenientes de tierras árabes. No están informados ni de la historia ni de la cultura ni de las experiencias de estos, los cuales conformas cerca del 50% de los israelíes actuales. Por cierto que en su arrogancia sublime los izquierdistas los llaman Mizrahiim “Orientales”, pero el hecho es que los Judíos de Egipto, Marruecos, Argelia, etc., vinieron de tierras más al occidente que la de los guetos empobrecidos de Ucrania y Polonia. También es parte de la traición del establecimiento izquierdista el  total silencio que ha guardado por 50 años sobre el derecho que tienen estos judíos a ser compensados debido la destrucción de la Judería- Arabe y al robo de sus tierras y propiedades. Para la izquierda solo los árabes tienen derechos en esta región.
El reciente nombramiento del clérigo árabe virulentamente anti sionista Raadi Sfori al directorio del Fondo nacional Judío (FNJ) es un ejemplo interesante. Este señor, quien  fue escogido por el partido de izquierda  Meretz, ni siquiera puede declarar lealtad a la organización que se supone dirigirá. La Tierra de Israel fue dejada improductiva por cientos de años durante los periodos oscuros de la ocupación árabe y luego la islámica. Gracias a los esfuerzos del FNJ y de los Sionistas por mas de 120 años el desierto reverdeció. Este individuo fue escogido por Meretz, lo cual no sorprende pues sus metas son las mismas que las de Yossi Beilin y  su subversivo partido quienes pretenden destruir el estado judío desde su interior.
Se debe reconocer que los líderes de la izquierda saben de las consecuencias de sus políticas desastrosas pero siguen apoyándolas. No permiten que el publico los reconozcan por lo que son, fracasos en el mejor de los casos, y en el peor son traidores. La guerra del Líbano en 2006 es consecuencia directa de la entrega de territorio de Ehud Barak a Hizbola y Siria. Barak y el partido Laborista, quienes han servido en cada coalición de gobierno desde entonces, no pueden admitir su irresponsabilidad. No admiten que Oslo fue una calamidad, que el terror se sextuplicó y que la expulsión de los israelíes de Gush Katif ha dado paso a un mini estado talibán en Gaza. 
Es muy claro que la prioridad del campo nacionalista debe ser derribar este terrible gobierno (el de Kadima) tan pronto como sea posible. Solo iniciando la des-programación nacional de la noción de los mitos de Oslo podremos progresar. Esto requiere una lucha contra la extrema izquierda quienes controlan la mayoría de los medios de comunicación. La democratización conlleva terminar con la hegemonía de la izquierda en las Cortes, lo cual pasa por la elección popular de los representantes. Un primer paso requerirá el enjuiciamiento de los criminales de Oslo. Se debe habilitar un tribunal para castigar a aquellos que traicionaron la nación durante ese oscuro periodo que parte desde 1992. Debe investigar el origen de los fondos que usan las organizaciones subversivas como Paz Ahora, el Grupo Ginebra y el Centro Peres. Solo castigos severos servirá de advertencia a las generaciones futuras y enmendar los errores de la traición a la nación (Arutz Sheva)”
 Sobre este tema hay mucho que decir y exponer para intentar esclarecer al público sobre todos los aspectos del conflicto en Tierra Santa. 

Mas recientemente tuvimos la oportunidad de leer esta curiosa noticia:
Soldados de combate de Israel manifiestan en contra de la emisora de radio del Ejército http://www.israelnationalnews.com/News/News.aspx/145198 

Un grupo de base Sionista, Yisrael Sheli (Mi Israel) manifestó en las  afueras de los estudios de Galei Tzahal, Radio del Ejercito de Defensa y también la segunda estación de radio de Israel más escuchada. Los manifestantes pidieron a esa emisora de radio dejar de ser lo que, ellos consideran, una máquina de propaganda de la izquierda extrema  y permitir una pluralidad de puntos de vista políticos que reflejara al electorado israelí. Este grupo sostiene que esa radio se ha convertido en un cuerpo anti democrático y no plural que asigna los espacios principales a la exposición de los puntos de vista de la izquierda radical y concentra a los productores centristas a un único programa entre las 11 pm. y 12 am. Todo a pesar que la mayoría de los ciudadanos israelíes, incluyendo a los soldados, no son de la izquierda extrema (Nota: se les llama de “izquierda radical” a aquellos ciudadanos que discrepan del derecho de Israel a existir como estado o de la  concepción sionista del Estado de Israel)
La campaña de Yisrael Sheli coincidió con un voto de Comité de Finanza de Knesset que autorizaría a  ampliar el derecho de la emisora de radio para transmitir anuncios patrocinados.
Los activistas han coleccionado grabaciones y citas de las emisiones de la estación que, según ellos, demuestra  apoyo al enemigo en tiempos de guerra y desmoraliza a los escuchas israelíes y sobre todo a los soldados de combate para quienes la estación se supone que  fue creada. Un rastreo similar de esa estación fue realizada por el centro Tadmit y por el sitio Web Latma (http://ana-ana2008.blogspot.com/2011/03/800-latma-subtitulado-en-espanol.html)
La radio del ejército israelí promueve a terroristas
La protesta fue precedida la semana pasada por una estrategia de relaciones publicas ideada por los  activistas  del movimiento  Mi Israel (Yisrael Sheli) quienes telefonearon al portavoz de Hamas basado en Gaza, Ribchi Rantisi, quien ha sido un invitado regular de la Radio EDI (Ejercito de Defensa de Israel) durante años e incluso durante la Operación Plomo Fundido (respuesta a ataques de terror desde Gaza). Haciéndose pasar por el personal de Radio de EDI le  pidió a Rantisi proveerlos de una recomendación registrada para pedirles  a los miembros de la Knesset (Congreso de Israel)  que votaran  a favor de la financiación de la Radio EDI premiando su pluralismo. Rantisi de buena gana cooperó y elogió la Radio EDI como la estación donde él se “siente en casa.”  La televisión de Israel reporto la historia.
Yisrael Sheli llevó a cabo un truco similar con un portavoz del Fatah para que recomendara también a  la Radio EDI
Yael Dan de la Radio del EDI una vez intentó traer a los esposos Goldwasser, cuyos hijos fueron secuestrados y asesinados por Hezbolá en el Libano, a una conversación radial con Rantisi. Pero, ellos rechazaron cooperar. La locutora se despidió de ellos  y comenzó a dirigirse a Rantisi sola. Esta y otras grabaciones están disponibles en vídeos de YouTube grabados  por Yisrael Sheli.
Radio Galei Tzahal presenta demanda
La Radio de IDF no percibió el humorismo en las maniobras de relaciones públicas de Yisrael Sheli ni tampoco aparentemente se realizó un examen de conciencia luego de los elogios que le prodigaran los peores enemigos de Israel. En cambio, la emisora de radio se quejó ante la policía contra Yisrael Sheli, acusándola de incitación. Yisrael Sheli dijo que ellos también presentarían una demanda contra la Radio EDI, bajo la sospecha de asistir al enemigo en tiempos de guerra.
La Radio de EDI esta integrada por soldados del ejercito  de ambos géneros y por locutores civiles,  y sus salarios son pagados por el mismo ejercito.

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